• No se recomienda el uso de corticoides tópicos para el tratamiento de prurito si no hay enfermedad dermatológica de base.

• Usar ropa suave permeable al aire como el algodón.

• Vestirse con varias capas para evitar la sudoración.

• Mantener una temperatura baja en la habitación en la noche.

• Syndets o aceites de ducha suaves, no alcalinos, sin fragancia

• Emolientes, especialmente en la noche: cremas/lociones/geles con úrea (5-10%), glicerol (20%), camfor (2%), mentol (1%), zinc (10%), pramoxina (1%), polidocanol (2-10%).

• Baños con agua tibia, secar con toquecitos. Si se bañan en una tina, pueden agregar avena.

• Vendajes húmedos fríos.

• Evitar climas secos, saunas, compresas alcohólicas, baños y duchas frecuentes.

• Evitar el estrés o las emociones fuertes.

• Evitar las comidas muy calientes y picantes, y las cantidades grandes de bebidas calientes y alcohol.

• Evitar el contacto con sustancias alergénicas o irritantes (fragancias, preservantes, surfactantes)

• Se recomiendan técnicas de relajación

• En caso de que el paciente tenga una enfermedad cutánea de base, tratar esa condición.

• Antes de considerar tratamiento sistémico, se debe verificar la adherencia del paciente a las medidas de cuidados generales.

PASO 1:

• Medidas terapéuticas generales, especialmente humectantes.

• Terapia sintomática básica: Antihistamínicos H1 sistémicos, corticoesteroides tópicos.

PASO 2:

• Terapia según la causa para la enfermedad de base.

PASO 3: 

En prurito de origen desconocido o casos refractarios al paso 2:

• Terapia tópica sintomática, especialmente en las formas localizadas con: inhibidores de la calcineurina, agonistas canabinoides, capsaicina y/o terapia sistémica con gabapentin o pregabalina, antidepresivos (doxepina, mirtazapina, paroxetina), fototerapia, naltrexona o inmunosupresores como la calcineurina.

Tratamiento concomitante en todos los pasos:

• Diagnóstico y tratamiento de la enfermedad de base.

• Medidas de cuidados generales.

• En alteraciones del sueño: antihistamínicos H1 sedantes, tranquilizantes, antidepresivos tricíclicos o neurolépticos.

• Cuidado psicosomático, terapia comportamental para el rascado.

• En lesiones erosivas de rascado: antisépticos y corticoides tópicos.

• Anestésicos tópicos: Para prurito neuropático, asociado a enfermedad renal crónica, postquemadura, paraneoplásico y en cuidado paliativo. Polidocanol, pramoxina, spray de etil cloruro.

• Zinc, mentol y canfor: De óxido de zinc se usan concentraciones variables del 10 – 50%, para formas localizadas de prurito, se puede usar en niños y adultos. Calamina contiene 98% de óxido de zinc. El mentol causa una sensación de frío y efecto analgésico, se usa en concentraciones de 1 – 10%. El canfor es un aceite esencial que contiene terpeno, soluble en alcohol. Causa sensación de calor en la piel y un grado leve de anestesia. Se usa en concentración de 2-20%.

• Capsaicina: Se puede utilizar lidocaína o enfriar la piel para aliviar la sensación de ardor, a mayor dosis inicial y aplicaciones más frecuentes, se obtiene más rápido un efecto anti prurito. Se recomienda en concentración de 0.025%, se puede preparar en loción para el cuero cabelludo ardoroso. Se recomienda concentración de 0.006% para piel intertriginosa (tratamiento de prurito anal). Se pueden usar parches al 8% para el tratamiento de prurito neuropático.

• Tacrolimus y pimecrolimus: Es útil en prurito anal resistente a otros tratamientos, y en prurito genital. Se recomienda para prurito crónico localizado.